Estaba Dios en su taller de orfebre trabajando
arduamente en su última creación. Cuando un grupo de ángeles intrigados por su
afanosa entrega se atrevieron a interrogarle:
- Señor; qué haces?
- La más grande de mis obras maestras.
- En qué consiste? - preguntaron.
- En un ser de cuatro pares de ojos y seis
brazos.
Sorprendidos exclamaron!
- y para qué le van a servir cuatro pares de
ojos?
- Un par de ojos es para que pueda apreciar la
belleza que le rodea, uno más para comprender cada acción que realicen mis
hijos, el tercero para leer los pensamientos, las palabras no pronunciadas con
unos ojos que puedan ver los corazones ante los cuales no puede haber secretos
y el último para apreciar la presencia de Dios en la paz de un niño durmiendo.
- Señor y tantos brazos para qué?
- Los dos primeros son para servir, desde
esforzarse en el trabajo más arduo hasta cultivar la flor más delicada, dos más
para vacunar a cada uno de mis hijos y llenarlos de caricias, ternura y amor y
los últimos para levantarlos y luchar ante la injusticia y el abandono.
- Este nuevo ser será Inteligente?
Tendrá la capacidad ilimitada para abordar los
temas más delicados y poseerá la sensibilidad del poeta, el pensamiento mágico
de la fantasía y sabrá encontrar estrellas y esperanzas en los campos más
áridos y desiertos.
Los ángeles cada vez más intrigados de lo que
hacia su Señor, no cesaban de
preguntar.
- Oye
Señor y ése ser tan raro tendrá una función especial?
- Con un sólo beso podrá mitigar el llanto de
un pequeño, perdonar la falta más grave, dar aliento a un pariente, acariciar
el alma de un anciano, seducir al guerrero más poderoso y dar compañía con sólo
recordarlo en la soledad.
Uno de los ángeles tocó el modelo del proceso
y exclamo:
- Parece muy débil!
- Su aspecto es frágil - contestó Dios - pero
su fortaleza es Incalculable, puede soportar hambre, miseria, dolor, abandono,
pero jamás se dará por vencido, sabe hacer milagros con los alimentos, jamás
dejará uno de mis hijos con hambre, lo dará todo y tendrá la virtud de sonreír
en medio de la adversidad.
- Señor nunca te habíamos visto trabajar tanto
en un ser. Por qué es tan Importante?
- El mundo cada día crece más y no puedo estar
en todas partes, necesito hoy más que nunca que alguien me ayude a conservar y
engrandecer mi creación, a llevar mi
bondad y presencia a todos los seres humanos.
Uno de los ángeles tocó el rostro y para su
sorpresa se dio cuenta que tenia una lágrima.
- Qué es? – preguntó:
- El bálsamo del amor, es la expresión sublime
ante el dolor de mis hijos en su aflicción ante el sufrimiento que manifiesta
la sensibilidad de su espíritu y brota en forma incontenible ante las penas y
las alegrías.
Los ángeles finalmente preguntaron,
- Cómo le llamará?
- Será reconocido por ser forjador de seres humanos
extraordinarios, su aroma permanecerá por siempre y su nombre estará escrito en forma indeleble
en la historia de la humanidad.
Finalmente hizo una larga pausa como meditando
el nombre que merecía Y sonriendo ante lo más sublime de la creación dijo:
-
Ya sé
como le voy a llamar, se llamará MADRE!
Colaboración Lic RICARDO PABON CARVAJAL